
El presidente estadounidense, George Bush, recientemente vetó una ley que ampliaba la asistencia médica gratuita a millones de niños de EEUU que no tienen seguro de salud. La ley no se aprobó por pelos, sino que fue votada por todos los demócratas y buena parte de los republicanos en el Congreso. Como es sabido, en EEUU el presidente tiene derecho de veto sobre leyes que aprueben el Congreso y el Senado.

La razón esgrimida por el señor Bush para vetar esa ley es que su aplicación (atención médico-sanitaria para todos los niños del país) “
es demasiado costosa”. Por voluntad de Bush, no hay atención sanitaria infantil gratuita en EEUU. Sale cara, dice.


Veamos. La guerra de Afganistán, que desató Bush, le costó a EEUU 100.000 millones de dólares. La guerra de Irak, según informó el diario New York Times, le cuesta a la nación estadounidense 300 millones de dólares diarios. Es decir, 9.000 millones mensuales, 108.000 millones anuales. Llevan cuatro años de guerra, ergo, posiblemente el señor Bush se haya gastado ya unos 400.000 millones de dólares en su guerra.

Si recordamos que el presupuesto general del estado de España para 2008 es de casi 315.000 millones de euros (unos 440.000 millones de dólares), concluiremos fácilmente que el señor Bush se está puliendo en la guerra de Irak lo que un país como España (45 millones de habitantes, octava o novena potencia económica mundial) dedica a todos los gastos e inversiones del estado en un año.

No sé en este momento cuanto costaría anualmente que todos los niños y niñas de los EEUU tuvieran asistencia médica gratuita, pero seguro que mucho menos que la guerra de Irak, aparte de otras consideraciones éticas. Aunque, eso sí, de gastarse esa enormidad en los niños en lugar de hacerlo en gasto bélico, entonces no se forrarían las grandes empresas y corporaciones constructoras de aviones de combate, tanques, misiles, bombas de todo tipo y un considerable etcétera de la industria de la destrucción.

Tal vez quien esto lea se sienta desconcertado, incluso impotente ante una salvajada como la denunciada: privar de atención sanitaria a los niños más pobres para poder continuar manteniendo una guerra injusta, ilegítima y estúpida; estúpida porque logra lo contrario de lo que dicen pretender: acabar con el terrorismo de origen islamista.
Pero, a pesar de todo, siempre se puede hacer algo: tener las ideas claras y explicar en nuestro entorno lo que pasa de verdad. Con libertad y convicción. Y mantener también una actitud permanente de desprecio total hacia los sujetos responsables de tales canalladas. Como Bush. Eso, a plazo medio o largo, da resultados. Y, sobre todo, nos mantiene cerca de la verdad, es decir, de lo que hay, de lo que es, de lo que pasa en realidad, no de lo que nos quieren vender por vaya usted a saber qué oscuros e indecentes intereses.
1 comentario:
También es lamentable, y vaya mi desprecio total hacia sujetos que cobran su sueldo de los impuestos que pagamos los españoles, y ni tan siquiera saben desempeñarlos, por falta de experiencia o estudios o más grave aún interés y dedicación. Creo que ese sueldo debería ser destinado a dar cobertura sanitaria dental gratuita, por ejemplo, a todos los niños menores de 15 años. Bsos. Vicky.
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