
El primer aparato que ven muchos pacientes cuando han de acudir al servicio de urgencias de un hospital en la China presuntamente comunista no es una máquina de rayos X o similar, sino un cajero automático. ¿Por qué? Los centros sanitarios no aceptan enfermos salvo que puedan hacerse cargo de los gastos y los cajeros están ahí para que no tengan el pretexto de que no llevan dinero encima. A la factura de la consulta se añade la de los medicamentos.

Esto ocurre en China nominalmente comunista, pero capitalista hasta las cachas, con el entusiasmo del converso, del neófito, y el agravante de que esa China bipolar no ha incorporado los alivios momentáneos o reparaciones de la injusticia que en Europa se denomina impropiamente estado de bienestar. (Tampoco es lo que debiera ser, pero menos da una piedra).

Cuando en los años de la resistencia a la dictadura franquista, los maoístas se pusieron muy de moda como revolucionarios intachables, este escribidor nunca se fió de ellos. Con el paso de los años, muchos de aquellos terribles revolucionarios acabaron en las filas de UCD, Convergencia Democrática de Cataluña o incluso del PP, y es que no debe uno fiarse de quien cree estar en posesión absoluta de la verdad absoluta, cual era el caso de Mao y los maoístas. No dudar, no hacerse preguntas y no admitir desacuerdos no es política ni siquiera la que pretenda ser revolucionaria: es teología, el reino de lo indiscutible.
Y, si me permiten, nunca me he fiado tampoco de quienes están dispuestos a sacrificar una, dos o las generaciones que hagan falta para que triunfe su revolución, como pensó e hizo Mao. El sacrificio siempre ha de ser personal, libre e intransferible o es imposición, dictadura.
¿No han caído en la cuenta de que ese adalid de la libertad que pretende ser Bush no mueve un dedo contra la dictadura china como si lo hace constantemente contra la Cuba de Castro? ¿Por qué será?
1 comentario:
Nadie es dueño de la verdad absoluta. Cada uno percibe la realidad según el cristal que use. Soy defensora acérrima de la Democracia. Sistema nada perfecto, pero que te permite exponer sin ninguno tipo de temor a represalias y burlas, tus ideas y pensamientos, o eso creo.
Cada época tuvo su país o nación imperalista. Véase Roma, España, Inglaterra, Francia. En estos últimos siglos, es EEUU. El próximo será China. Bush lo sabe y
no quiere enfrentarse a un enemigo tan poderoso. Son las reglas del juego. Besos. Vicky.
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