jueves, 24 de mayo de 2007

Una derecha cobarde... y peligrosa

Además de muy de derechas, y moralmente miserables, no tienen coraje para asumir las consecuencias de sus actos y palabras. A cargar con las consecuencias de tus actos se le llama responsabilidad. Estas líneas están dedicadas de modo especial a José María Aznar, quien acusó a Rodríguez Zapatero de conducirnos a lo peor de nuestra historia de hace 70 años. ¿Qué ocurrió en este país de nuestras desdichas en 1937?
El propio Rajoy se desmarcó de tan irresponsable y apocalíptica afirmación, y ahora el señor Aznar, como los párvulos cuando la maestra les reconviene, dice que él no lo dijo. “¡Yo no he sido, yo no he dicho eso!” Recurre Aznar a una de las trampas falaces más utilizadas por las gentes de derecha: quedarse en la epidermis y que le den por el saco al contenido.
Ahora dice el ex presidente que en ningún momento utilizó el término ‘guerra civil’. ¡No me jorobe, hombre! Qué más da que no lo usara si se refería claramente a la guerra civil. Una gravísima acusación la hecha a Zapatero, sin la menor base, por supuesto. Y, para más inri, Acebes ha dicho después que Zapatero "genera división y reabre heridas del pasado”. No podemos decir que son sucesores directos del franquismo (que lo son), porque eso es abrir heridas del pasado.
Alguien creerá que es anecdótico. No lo es. Es significativo, sugerente, el maldito botón de muestra que deja las vergüenzas al aire. No me gusta la derecha, aunque se disfrace de centro o de lagarterana. No creo que tengan gran cosa que ofrecer a la inmensa mayoría de ciudadanos. Pero esa derecha concreta nacional-catolicista que tenemos en este país es de juzgado de guardia. Si no fuera tan peligrosa, mentirosa y manipuladora, daría risa. Pero no da risa, porque si vuelve al gobierno de la nación, estamos jodidos.
Y no es que Zapatero me entusiasme. En absoluto o, como dicen en Madrid, para nada. Pero este país es tan desgraciado que un mal menor parece algo bueno. A fin de cuentas, Zapatero, Solbes y unos cuantos más de esas siglas gobernantes lo que son de verdad es derecha civilizada con unas capas de eso que se llama lo social.
Otros, los que mienten y tergiversan la historia pasada y reciente sin el menor rubor, dicen ser demócratas, pero sólo cuando la democracia sirve claramente a sus intereses. Porque pueden gobernar y porque pueden mangonear.

Por todo ello es un gravísimo error considerar que lo democrático es ver la vida política de este país como la liga de fútbol. En la Liga, da igual ser de un equipo u otro, porque, simpatías personales aparte, todos son aceptables, aunque unos suban y otros desciendan a segunda. La vida política no es un campeonato y, en tanto los ciudadanos no sean conscientes de eso, este país no tiene remedio. ¿Qué hacer? Recuperar (aunque sea poco a poco) el sentido ético de la política y de la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa es la respuesta a todo el desaguisado que pasa en España: Recuperar el sentido ético de la política y de la vida. Y yo añadiría la honradez, la cordura, la valentía, y por supuesto, la vergüenza torera. Besos. Vicky.

Tesa Medina dijo...

No es que no me guste esta derecha es que no los soporto. No soporto sus mentiras, su zafiedad, su manipulación. No entiendo como hay todavía tanta gente que les vota y les jalea. Puedo entender que les voten los ricos a los que siempre han favorecido, pero mira que llega a ser tonto y perverso que los vote un trabajador o un pensionista a los que siempre han dado por el orto, con perdón.

Cada vez que imagino que vuelven al poder me dan escalofríos. Y Aznar, sin ninguna duda, es un desequilibrado, no lo digo sólo yo, lo dijo un conocido y prestigioso psiquiatra, Castilla del Pino, aunque él no fue tan sutil.
Besos.