jueves, 21 de diciembre de 2006

El mundo al revés

En el filme “Los intocables de Elliot Ness”, cuando Al Capone es condenado tras un largo y accidentado juicio, el gángster grita al juez: “¿Es esto justicia?”, mientras unos guardias se lo llevan, se supone que al talego.
Capone no reclama verdadera justicia (que ya le han aplicado con la pena de varios años de cárcel), lo que lamenta es que le haya fallado el ardid de sobornar al jurado para que lo declarara inocente, porque el agente federal Ness ha convencido al juez para que intercambie las personas de ese jurado (sobornadas por los sicarios del gángster) por las de otro juicio de una sala de al lado, que no lo han sido. Al Capone no reclama pues justicia (salvo lograr sus turbios fines, claro, que no son justicia sino crimen); se lamenta por no haber podido salir bien librado al descubrírsele el pastel.

Me ha venido esa secuencia peliculera a la memoria tras conocer la peculiar reacción (por decirlo de forma caritativa) de algunos altos cargos del Partido Popular ante la actuación judicial y la información de los medios contra los sinvergüenzas del nuevo chanchullo urbanístico de Andratx en Mallorca (también miembros del Partido Popular) del que supongo tienen conocimiento aunque sea a grandes rasgos.

De igual modo que Capone clamaba falsamente por la justicia (que no conocía ni en pintura), algunos dirigentes ‘populares’ encausados (o aún no) se presentan como víctimas de la persecución del gobierno y de los medios informativos afines al mismo y no como los presuntos malhechores que son. El mundo al revés.

Tan al revés como cuando los franquistas juzgaban y condenaban a republicanos, cuyo único “delito” había sido ser leales a la República, ¡acusados de “adhesión a la rebelión”!, cuando los únicos rebeldes fueron ellos. Por lo visto entre los legítimos herederos del espíritu franquista lo del mundo al revés aún tiene cancha.

Les da igual que los jueces dictaminen lo que sea (que el atentado del 11 M fue obra de islamistas descerebrados o que un “conseller” balear le sopló al alcalde de Andratx que iba a ser detenido por presunto chorizo urbanísitico) porque ellos continúan empeñados en lo suyo erre que erre y en su papel de víctimas. Cada vez se les ve más el plumero, pero sería de desear que más y más ciudadanos se dieran cuenta de su real calaña y los dejaran más solos que la una, elección tras elección. Lo contrario no los justificaría, más bien significaría que este país está peor de lo que parece.

Este escribidor no suspira por ningún partido de derecha, pero, puesto que parecen inevitables, desea que cuanto menos sean civilizados y democráticos (más o menos como el PSOE, vamos).
Que todos los dioses del Olimpo nos libren de los parafranquistas, criptofranquistas o neofranquistas disfrazados o maquillados de demócratas para alejar por siempre el mundo al revés de este desdichado país.

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